miércoles, septiembre 10, 2008

Aznar entre la desvergüenza y la inorportunidad


Desde que este hombre dejó la Presidencia del Gobierno sus irrupciones públicas han sido caracterizadas por la prepotencia y la deslealtaz con su país o su propio partido. Sólo cree que las cosas van bien cuando las dirige él.

Se le olvida que en su periodo es cuando se tomaron las decisiones que provocaron el boom inmobiliario, o pelotazos a gogo, que ahora condiciona y asfixia la capacidad de ahorro de las familias españolas. Una burbuja que todo el mundo sabía que iba a explotar y, claro, cuando lo hiciera no lo pagarían las personas que han especulado y generado fortunas espectaculares, sino las personas asalariadas con una hipoteca con tipo de interés variable, que todos los entendidos sabían también que terminarían situándose en los niveles que ahora están.

Se le olvidan las stock options multimillonarias para los miembros del Consejo de Administración de Telefónica, la política para privatizar las empresas públicas a manos de sus amigos, sus aventuras guerreras que tienen al mundo desangrándose en conflictos e inseguridad, al petróleo dislocado y a la economía estadounidense provocando el inicio de la situación económica actual.

Se le olvida que él siempre favoreció al poderoso y nunca al débil, se le olvida que él puso con su dedo a Rajoy.

Se le olvidan tantas cosas que, a veces, hasta es mejor callar.

1 comentario:

María Martín Calvo dijo...

Aznar siempre fue, además de imprudente, un sinvergüenza... no voy a ampliar más mi opinión sobre este señor, el cual carece de sentido común.

Vuelve cuando quieras... tienes tu casa en mi blog...