martes, enero 15, 2008

Pizarro, un mal fichaje para la mayoría.


Cuando Aznar llegó al poder se dedicó a poner al frente de las Empresas Públicas que se iban privatizando a todos sus amigotes, incluídos los compañeros de pupitre, un tal Villalonga al que le entregó Telefónica.

Durante las legislaturas donde Aznar y Rajoy gobernaban las eléctricas españolas recibieron más de un billón y medio de las antiguas pesetas. Y el compañero de pupitre le entregó a los miembros del Consejo de Administración de Telefónica, más de 80.000 millones a repartirse entre ellos. Su indemnización al marcharse también se cifró en varios, varios, miles de millones.

El paso de Pizarro como responsable de ENDESA (empresa eléctrica) le dejo al marcharse 15 millones de buenas razones, imaginense cuantas ahora que no son pesetas. ¿A donde fue? Pues al Consejo de Administración de Telefónica.

El aval del PP, que dicen que hizo ganar el doble del valor de sus acciones al Consejo de Administración de ENDESA y que por ello le adoran. ¡Faltaría más!

Y si a esto le añadimos las palabras del ex ministro Cañete de que el PP debe hacer un DECRETO BRUTAL para corregir el rumbo de la economía. Imaginense a quienes piensan apretar el cinturón.

¿A los Consejos de Administración de las Multinacionales? ó ¿a las clases medias y trabajadoras?

4 comentarios:

Luis Salvador dijo...

Lo veremos con interés y cuando puedas las tomas falsas de Rajoy y Esperanza Aguirre.

Mucho ánimo Enrique.

Luis Salvador

Rubén Boullón dijo...

Pues, yo creo que no es un gran fichaje. Es uan persona que viene del sector más reaccionario y del sector duro del PP y amigo o conocido de Aznar. Además sabemos que Gallardón no va en la lista al Congreso y se plantea abandonar la política. Nuevamente ha ganado la facción dura del PP con Esperanza Aguirre al frente. Si Gallardón hace lo que dice quedará al frente del Ayuntamiento de Madrid Anita Botella, me parece increible y surrealista.
Pero volviendo al tema de Pizarro y temas económicos, parece evidente que:
- Crecer al 3.8% es mejor que crecer al 2.9% que era como se crecia en la época de Aznar.
- 3 millones de empleos son más que 2 millones de empleos, de la época de Aznar.
- Tener una tasa de paro del 8% es mucho mejor que tenerla del 11.5%.

Y desde luego, si una inflación superior al 4% en 2000, 2001, 2002 era para el PP una "moderada tensión inflacionista, razonable", ahora no puede ser una crisis sin precedentes como nos avanzan los más exaltados del PP.

Un saludo Socialista

Luis Salvador dijo...

Otro saludo para tí Ruben.

Luis Salvador

Ignacio Henares Civantos dijo...

El PP ha fichado de manera sorprendente, en una gestión de última hora a Manuel Pizarro, el empresario ligado a ENDESA que acababa de fichar por Telefónica. Por la manera por la que ha salido a la arena de la pelea política, pegando “cornás” se advierte que ya estaba en ella, instalado en el anti PSOE, anti ZP. Lo único que ha ocurrido es que ha salido de las bambalinas, como ha dicho Solbes, desde las que apoyó a Aznar (situado ahora en la tramoya manejando, más que nunca, los hilos del destino actual, y parece que también el futuro, de la derecha española). El fichaje estrella del PP, como número dos por Madrid, detrás de Rajoy, se ha destapado como un hooligans, un neocon militante acérrimo, que comulga con las (malas) ideas de la derecha extrema que manda en el partido popular, cada vez más alejado del centro que buscan desde hace 20 años. ¿Desde tan lejos vienen que no llegan nunca?.

Pizarro se ha convertido en el ariete del ala más dura del PP justificando su presencia utilizando espúreamente el tema del terrorismo. Me lo imagino con la banderita en el reloj, el polo naranja y la sintonía de campaña en el móvil para hacerse querer por las bases.

Ya sabemos que a Botín, el banquero, le ha encantado el fichaje, ¿por qué será? Y todavía hay gente que quiere hacernos creer que no hay diferencia entre la derecha y la izquierda.

La manera con la que la Espe lo ha presentado diciendo que no viene a servirse ni a ser divo es una manera de dar pábulo a pensar lo contrario (excusatio non petita, acusatio manifesta) y parece un dardo envenenado a su “compañero” Alberto Ruiz Gallardón, cuyo fichaje fallido ha sido más sonado que el de Pizarro.