Como persona que valora la creatividad, amén de practicarla, me encanta reconocer los valores de aquellas personas que aportan cosas a los demás, valor añadido que dirían en la empresa.
Y Pérez Reverte es una de ellas, una persona que tenía claro lo que quería ser en la vida y seguramente luchó por ello. No es tampoco mi costumbre tirar de familia, pues yo, sin duda, me lo he tenido que ganar todo solito y desde abajo, pero fue precisamente mi tío Gregorio Salvador quien le dio la bienvenida, con su discurso, en su entrada a la Real Academia de la Lengua de la que el prestigioso lingüista es su Vicepresidente. Por cierto, persona que también profesa una importante simpatía por tan locuaz escritor.
Pero reconocido su mérito, eso no le da licencia para el endiosamiento al que me parece se haya sujeto. Bien es conocido que para algunas personas la fama es algo que llena su ego haciéndoles levitar por encima del bien y el mal. Los llamados DIVINOS. Especie de seres del Olimpo que vinieron a este mundo terrenal a dar luz a los demás, que sería de nosotros pobres mortales si semejantes rayos de luz no iluminasen nuestras pobres existencias.
En algún post ya escribí que de mayor yo también quiero ser escritor, pero puntualizo que no arrogante, ni prepotente. Ni siquiera me creeré nunca más que nadie. Sólo aspiraré a entretener y si puedo enseñar algo del conocimiento sobre el que me haya tenido que ilustrar al documentarme para desarrollar la trama. Mi primera novela -El día de los durmientes- ya esta escrita y esta siendo leída por una buena editorial (mi tío el de la Academia no sabe nada de esto, ni lo sabrá hasta no saber si la publicaran o no, salvo que para mi sorpresa leyera este blog), la segunda novela -El Despertar del Dragón- ya esta en sus primeros capítulos.
Y he descrito esta vena que estoy desarrollando, porque me gusta poco haber escrito alguno de los párrafos anteriores, y los siguientes.
¿Y cual es la justificación de que a tan insigne escritor yo le pierda el respeto?
La justificación resumen se encuentra en parte de una entrevista concedida al periódico IDEAL de Granada con fecha 19 de Noviembre de 2007, osea ayer. En ella decía lo siguiente:
Pregunta: Alatriste va a contracorriente de lo que se lleva hoy en lo de ser leal a la palabra dada.
Respuesta: Ésa es otra de las razones por las que tiene éxito: la gente encuentra en él cosas que desea encontrar. En un mundo tan vil y tan infame, tan en manos de políticos que son gentuza -en este país la política es hoy una infamia especialmente infame como nunca lo ha sido-; en un mundo de políticos embusteros y en el que los grandes valores se han ido todos al diablo, encontrar gente que aún sea capaz de ser consecuente con aquello en lo que cree consuela. Incluso los malvados necesitan tener a su alrededor gente con códigos.
Pregunta: ¿Se planteó que tratamiento hacer de la violencia en libros que leerían muchos niños, adolescentes y jóvenes?
Respuesta: No, no. Vivimos en un mundo tan gilipollas que queremos aplicar nuestra ideología a todos los demás. Queremos que el africano, el asiático y el latinoamericano se comporten según nuestros criterios morales, algo imposible por razones culturales y muy diversas. Además, pretendemos que nuestros antepasados se comporten con nuestros criterios morales. Solamente los analfabetos, los estúpicos y los demagogos -hay mucha gente que ha hecho de la demagogia su negocio- se escandalizan de que Hernán Cortes fuese machista y racista. ¡Pues naturalmente! ¡Y El Cid creía que matar moros era algo virtuoso!
Arturo me parece que te has pasao tres pueblos. Seguramente que otra gente también dada a la critica generalizada sin fundamento científico alguno te dará la razón, seguro que como a otro gran escritor -que no persona- que tenía fama de lanzar lirios y jazmines con gruesos tacos en la boca, tú también te especializarás en llamar a los demas: gentuza, infames, embusteros, gilipollas, analfabetos, estúpidos y cualquier otra lidenza que se te ocurra.
Lo siento pero tú también eres humano y por tanto sujeto a la critica, y yo no te cuestiono como escritor, sino como persona a la que se le ha subido la fama a la cabeza. Para tu pesar has cogido el complejo de divino.
Generalizar siempre es malo y sobre todo cuando a pesar de que en este mundo haya gente mala, muy mala, la mayoría sigue siendo bienintecionada y moralmente correcta. En la política participa mucha gente injustamente tratada y vilipendiada. Cuando cualquier persona hace cosas que son negativas casi siempre se utiliza la manida frase de: Eso es política.
No me cansaré nunca de decir, que los políticos somos iguales a la gente que representamos, pues hay de todo. Buenos, malos y regulares. Gente de buena fe y de la mala. Guapos y feos. Honrados y sinverguenzas. Pero afortunadamente yo casi sólo conozco de los primeros, buena gente.
Luis Salvador
Senador Socialista por Granada
Incipiente escritor con renuncia explícita a ser divino.
Río Bidasoa
Hace 3 años
5 comentarios:
Habla Pérez Reverte, en esta entrevista, de "un mundo gilipollas" y arremete, generalizando, contra todos los políticos. Hace bien mi amigo Luis Salvador en llamarle "divino", por encima del bien y del mal, pero hablando de "gilipollas", creo que en este comentario, en esta ocación, Pérez Reverte, que escribe buenos libros, se ha comportado como un "verdadero gilipollas", no creo que sea un "gilipollas", pero sí ha hablado y se ha comportado, en esta entrevista, como un "autentico gilipollas".
estimado Luis:
estoy de acuerdo contigo. Admiro el conocimiento de Pérez Reverte sobre el Siglo de Oro español; admiro la prosa de su excelente saga de Alatriste; me interesa la historia de España y de Europa en el s. XVI; pero lo que no aguanto,pese a que leo su página semanal en el suplemento del que no haré publicidad, es el grado de estupidez al que ha llegado en ese ensimismamiento cultureta que no parece más que una pose d´ "enfant terrible" de nuestro tiempo.
No se puede ser más inoportuno, más hiriente y más pedante que el actual Arturo Pérez Reverte. Y bien que lo siento.
P.S.: bueno si,... hay otro más gilipollas que él: el del bodrio de "La Tempestad", ya me entiendes.
Comparto vuestros comentarios.
Un saludo
Decía Unamuno que cuando uno ve a alguien robar y no le llama ladrón se convierte en su cómplice. Pues bien, cuando uno ve que la impostura y la estolidez se extienden sin freno; cuando uno ve que una construcción de siglos, como es España, es horadada con denuedo por un puñado de deficiente; cuando nos movemos a golpe de latiguillo publicitaro y estado de agitación periodiquera, créeme:No llamar a quienes dictan, asienten o consienten por su nombre es convertirse en complice. Por cierto, alguien que escribe nunca puede se locuaz. Locuaz es sólo quien habla. No me extraña que no te guste que se ponga de manifiesto la mediocridad.
Un beso chaval.
cazador_entre_cascabeles@yahoo.es
También estoy de acuerdo con lo que se opina, aunque ese "se haya sujeto" chirría un poco,¿no?...
Publicar un comentario