Es cierto que vivimos en un Estado de Derecho y también que la justicia debe ser respetada, pero cuando se producen situaciones que provocan alarma social no queda menos que cuestionar la propia moral de quien desde el ejercicio de sus competencias decide adoptar una decisión aun a sabiendas de que es injusta.
La actuación del Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona de dejar en libertad con cargos, sin fianza, al autor de la agresión racista, el impresentable y provocador Xabier M.M., el mismo que vende a la telebasura, y nunca mejor dicho, su deleznable historia, me hace cuestionarla. Me recuerda mucho a la de aquel juez, que cuando violaron a una mujer él encima se permitió el lujo de culparla a ella por llevar una falda corta provocando lo que le pasó.
Desgraciadamente en ocasiones se ven comportamientos judiciales que identifican a quienes los adoptan, más con los agresores que con las pobres víctimas, lo que a mí me hace dudar mucho sobre su propia solvencia moral.
Igual que hay arbitros que se equivocan, otros está demostrado que actuan de mala fe. Igual que hay un porcentaje abrumador de políticos honrados, unos pocos nos averguenzan de vez en cuando con sus miserias. Pues con los jueces a veces sucede lo mismo, para escarnio de los agresores sobre sus víctimas.
Mientras más he visto a ese joven carente de cualquier valor, más pienso que si esa agresión que ha sido pública y la ha visto toda España y buena parte del mundo queda sin sanción, mal mensaje estamos dando a nuestra sociedad. A los salvajes que roban, agreden, violan y cometen mil tropelías más les estamos diciendo, "puedes hacerlo, no pasa nada". A la policía se le trasmite la idea de que no merece la pena que detengan a nadie, porque entran por una puerta y salen por la otra, y a la sociedad la deja huérfana de seguridad y confianza en el sistema.
Todavía quiero confiar en el Ministerio Público que ha decidido impugnar la decisión judicial. Y decir también que me encantaría ver a la derecha española, censurando duramente estas acciones racistas. ¿O es qué están más de acuerdo con el juez? ¿Ellos también le hubieran dejado libre? Pues lo siento, pero me temo que la mentalidad conservadora que intenta tantas veces utilizar la demagogia con la inmigración para atacar a la izquierda, es probable que esto no vaya mucho con ellos. Sólo hace falta ver los carteles de grupos de extrema derecha por algunas calles de Madrid, defendiendo los mismos argumentos que Rajoy sobre la UNIDAD DE ESPAÑA -que perdidos están- y su ataque permanente a los inmigrantes, a los gays, y a cualquier grupo que ellos no toleren.
Basta YA de Racismo e Intolerancia. Si ya les cuesta mucho eso de preocuparse por los demás y considerar que todos somos seres humanos con los mismos deberes y derechos, por lo menos que apliquen eso de vivir y dejar vivir.
Espero que se corrija este caso judicial y que el mundo no vea a España como protectora del racismo y la xenofóbia.
Luis Salvador
Senador Socialista por Granada
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Hace 3 años